Hoy había una parejita de abuelos que subió y se sentó delante mío, los dos muy coquetos y bien perfumados.
"A ver... dejame que te arregle la corbata... parecés un linyera."
"Buenooo... ahí está, ahí está che..."
Hasta que el abuelo se sacó la dentadura y se la pasó a su mujer diciéndole "Fijade zi eztan guien o no".
Ella mientras, la limpiaba con su pañuelo.
La edad nos vuelve más mañosos, pero menos exquisitos.
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2 comentarios:
Vaiajar en el bondi es increible, todo puede suceder!
Es un viaje de ida (?)
Eso...
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