miércoles, 9 de diciembre de 2009

Hermosa, preciosa, radiante, obnubilante... entró y se sentó al lado mío. No lo podía creer.
Era tan linda como el momento en el te toca la figurita más difícil.

Hasta que se cruzó de piernas y vi que tenía el dedo del pie muy peludo.

Lo más insignificante puede ser determinante.

3 comentarios:

Ramiro dijo...

jajajaja, una vez estaba con amigos en un pub y uno estaba hablando con una mina muy linda. Otro se sumó un ratito y de pronto viene donde estabamos el resto, re cagándose de la risa y nos dice "vayan a ver a la mina de Juancito (pongo cualquier nombre); tiene el dedo chiquito del pie más grande que el dedo gordo". Jajajaj, fuimos (obviamente a charlar, mirando disimuladamente) y era cierto!!!

Igual esto era gracioso, no desagradable como que tenga un dedo peludo.

Anónimo dijo...

Que asco!

Queda tan feo el anular mas largo que el pulgar en un pié...

Anónimo dijo...

No seas ganzo...