Hoy había un viejito con su ENORME periódico matutino; y cada vez que daba vuelta una página despeinaba apenas a la chica que estaba sentada delante de él. Y no hay nada peor que algo "apenas"... como la llovizna.
Ella se pasaba la mano por la cabeza, acomodándose el pelo y tratando de que el viejito se dé cuenta de lo que estaba provocando... y nada.
Hasta que se dio vuelta:
"¿Señor, puede dejar de pasarme el diario por la cabeza que me está despeinando?"
"Perdoname querida... es que es muy grande y no puedo..."
"Bueno, léalo en otro momento."
"Nena, las noticias dentro de una hora ya son viejas. Y a mí no me queda mucho tiempo como para andar desinformado por ahí..."
Cuanto más viejo se pone uno, las necesidades son cada vez más extrañas.
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2 comentarios:
me encantó la respuesta del viejito
yo qe la mina me tiro abajo del bondi con esa respuesta .
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