Dos mujeres:

"¿Y decime, vos antes dónde laburaste?"

"Era la que tenía a cargo el manejo de un grupo de clientes, lo mismo que ahora, pero en una empresita más chica."

"Ahhh... mirá vos ¿Re bien, no? Copado..."

"Sí sí... y bueno, ahora acá; con más responsabilidades, pero re bien igual... la verdad es que uds laburan bien. Por ahí un par de cositas que voy a ir a cambiándoles, pero bien igual. Bueno gorda, me bajo acá yo; acordate mañana de dejarme en mi escritorio eso que te pedí. No te cuelgues, mirá que lo necesito para la reunión de mañana. Chau negri."

"Dale, dale... chau... (y en voz más baja, después que bajó la otra) lo que necesitás vos es una poronga. Pendeja forra."

Progresar tiene sus consecuencias.

Volviendo del boliche, veo que sube una mujer de unos 40 y pico con un chino, los dos muy pero muy borrachos. Ella se notaba que estaba bastante cagada a palos por la noche: pocos dientes, pelo mojado y pegado a la cara, vaso de birra en la mano, remera transpirada, muy pocas "s", etc.
Pagan, se sientan y comienzan a hablar:

"Dezime... ¿vo viví hace mudcho agá en 'Arshentain'? Eh, ponja?"

"Sí,sí, mujer me gusta me gusta!"

"Jajajajaajajaa... en serio tde pdreguntooo"

"我想利用我的房間!!!"

"Sabé una cosaaa?... me re galientan los ojitos ezto ayinadito..."

"Sí mami, yo MUY HOMBRE 我想利用我的房間!!! Cerca, acá!"

"¿Tenés 5 pesito?"

Se bajaron como pudieron y se perdieron en la madrugada del barrio chino.
El viejo que manejaba el bondi mira por el retrovisor, buscando complicidad con los 2 ó 3 que viajábamos, y dice:

"¡Faaaaaa! Mirá vos el chinito... qué fenómeno ¡Nos traen la soja y ello se comen la mejor carne! jejejeje"

La edad es proporcional a la hora de salida de un boliche: uno agarra cualquier cosa.

Iban dos pibes sentados, no tendrían más de 15 años y unos cuantos granitos en la cara.
Hasta que subió una mujer, de esas que tienen 40 muy bien llevados, con unos jeans ajustados, botas con taco alto, bien maquillada, producida... los púberes comenzaron con sus codos que parecía un aleteo de pollo.

Uno pregunta:
"¿Le das?"

El otro contesta:
"... y no se la pido nunca más."

La edad no es una traba, es un condimento.