De un bondibusero a otro:

"¿Y qué vasasé?"

"Le voy a pedí aumento loco... no puede ser esto... no tengo para comé"

"Callaaate gordo, vo no tené para comé porque ya te comiste todo"

"Jejejejeje..."

El hombre jamás estará conforme.

Una chica:

"Disculpe ¿Me deja sobre 9 de Julio?"

"Yo a vos no te dejaría ni loco, bombón."

La duda ajena es una oportunidad.

La mina estaba llena de aritos: en la nariz, en las orejas, en la boca, en la lengua, en la nuca y en una de las rastas. Mientras, dos viejitas la miraban atónitas.
Hasta que la chica bajó y ahí una aprovechó para comentar:

“Dios mío… qué barrrbaridá… tiene más aros que una payada esa chica!”

El ingenio no tiene fecha de vencimiento.

Subió un tipo con un ventilador de pie, uno muy grande, y cuando giró para poner las moneditas, la pata del artefacto le dio de lleno en la cabeza del pibe que estaba sentado en el primer asiento.
Automáticamente todos se agarraron la cabeza y dijeron "Uhhhh..."

El dolor es contagioso.

Hay insultos que son tan geniales que se te graban a fuego en la cabeza.

"¿Pero qué hacés forro? ¿Cómo me vas a tirar la camioneta así?"

"No te vi... sos tan negro que no te vi"

"Pero por qué no me chupás la pija con la concha que te tenés en el culo, sorete"

Con lo mismo, se puede hacer algo diferente.

Una chica "bien" mientras intentaba abrir la ventanilla:

"¿Cómo puede ser que los colectivos no tengan tipo levantacristales?"

Las comodidades no son populares.